LAS DIETAS MILAGRO.
En la
siguiente entrada vamos a comentar un tema muy discutido en nuestros días; las
dietas milagro, dietas que buscan formas de adelgazar pero que conllevan
riesgos para nuestra salud. Estas dietas son muy habituales durante esta época,
con el comienzo de la conocida “operación bikini” y están creciendo en
popularidad gracias a la numerosa publicidad que se emite sobre ellas.
Las "dietas" son generalmente conocidas como
un patrón alimenticio destinado a perder peso, ya sea por motivos estéticos o
de salud, y normalmente conllevan una disminución de las calorías consumidas;
principalmente restringiendo la cantidad de azucares y grasas consumidas.
Sin embargo, hay quienes confían en estas dietas milagro y esperan resultados abrumadores dejando su salud en manos de una alimentación deficitaria o de productos químicos novedosos.
A
continuación explicaremos
qué son estas dietas y en qué consisten, los tipos que hay, haciendo referencia
a las más conocidas y utilizadas y los posibles efectos perjudiciales que pueden producir.
- ¿Qué son las dietas milagro y en qué consisten?
Son dietas que tienen como objetivo el adelgazamiento rápido
y sin esfuerzo.Estas dietas suelen estar dirigidas a las mujeres y en su mayoría
carecen de aval científico que las verifique como saludables o efectivas. Suelen estar
basadas en falsas creencias sobre la alimentación y conducen a desequilibrios
en el organismo que pueden
conllevar repercusiones más o menos graves para la salud.
En general, tienden a ser dietas hipocalóricas que aportan muchas menos calorías de las que el ser humano necesita.
También producen desequilibrios en la distribución de
los macronutrientes así como desequilibrios orgánicos. Debido a que estas dietas suelen
ser muy restrictivas, suelen producir también deficits importantes de algunas
vitaminas y minerales tales como la riboflavina, la tiamina, Zn, Fe,
etc.
Estas dietas pueden ser fácilmente detectables ya que la
mayoría tratan de:
- Prometer resultados rápidos y “mágicos”
- Prohibir el consumo de algún tipo de alimento.
- Contener listas de alimentos diferenciándolos en buenos y malos.
- Exagerar la realidad científica de un nutriente.
- Incluir relatos o historias de otras personas usando estas dietas para verificar su credibilidad.
- Aconsejar productos dietéticos a los que se atribuyen propiedades extraordinarias.
- Tener afirmaciones que contradicen a colectivos sanitarios de gran reputación.
- Prometer resultados rápidos y “mágicos”
- Prohibir el consumo de algún tipo de alimento.
- Contener listas de alimentos diferenciándolos en buenos y malos.
- Exagerar la realidad científica de un nutriente.
- Incluir relatos o historias de otras personas usando estas dietas para verificar su credibilidad.
- Aconsejar productos dietéticos a los que se atribuyen propiedades extraordinarias.
- Tener afirmaciones que contradicen a colectivos sanitarios de gran reputación.
- Tipos de dietas milagro:
A continuación vamos a hablar de los tipos de dietas milagro más comunes,
que son las siguientes:
Ø Dietas ricas en hidratos de carbono.
Este tipo de dietas limita el consumo de alimentos ricos en
proteínas y grasas. Esto conlleva la ausencia de vitaminas, minerales y de ácidos grasos esenciales, lo que suele provocar cólicos de gases o
diarreas debido a que el organismo no absorbe correctamente los nutrientes por
la gran cantidad de fibra ingerida.
Algunos ejemplos serían la dieta del “Plan F” o la dieta
“Prittikin”.
Enlace: Dieta Pritikin
Ø Dietas ricas en proteínas.
Enlace: Dieta Pritikin
Ø Dietas ricas en proteínas.
En estas dietas las proteínas pueden llegar a
ser la mitad de las calorías que ingieres al día. La mayor parte de esta
proteína extra proviene de fuentes animales como la carne, huevos y queso. A
menudo estas dietas restringen severamente los cereales, granos, frutas y verduras.
Un
ejemplo característico sería la dieta “Dukan”, esta
dieta propone un programa de 4 fases rico en proteínas poco calóricas,
donde la asimilación
por parte del organismo conlleva un gran desgaste calórico, lo
que permite perder peso sin perder masa muscular. Poco a
poco se van introduciendo ciertas verduras y, en las fases más posteriores, se van
añadiendo el resto de alimentos.
Al evitar los hidratos de
carbono, el cuerpo usa nuestras propias grasas y por eso se adelgaza con mayor
celeridad, pero cuando se abandona la dieta se produce el temido efecto rebote.
Algunos de los problemas que puede causar son aumento del riesgo cardiovascular,
insuficiencia renal, insomnio, dolor de cabeza, náuseas o rechazo a algunos
alimentos.
Ø Dietas ricas en grasas.
Llamadas también dietas cetogénicas con alto contenido
de grasas en los alimentos que se consumen. Estas dietas pretenden mantener el estado de
cetosis para promover el crecimiento muscular y la pérdida de grasa corporal.
Consiste en reducir la ingesta de glúcidos e incrementar la de productos
animales ricos en grasas durante cierto tiempo para luego invertir la
situación.
En este tipo de dietas sueles tener una constante sensación
de hambre, además de tener propensión a acumular grasa corporal y
líquidos causando hinchazón (edema).
Ø Dietas disociadas.
Consiste en ingerir una dieta rica en grasa y en glucosa, pero evitando tomar ambas cosas
en la misma comida. Suelen producir resultados con rapidez, pero provocan alteraciones importantes, como el incremento de los niveles de
colesterol, la gran pérdida de electrolitos y líquidos o el aumento de los
niveles de ácido úrico.
Un ejemplo sería la dieta de “Montignac” o la dieta
“Hollywood”, que tienden a favorecer la deshidratación del organismo.
* Método Montignac
* Método Montignac
Ejemplo de un plan semanal de la dieta "Hollywood" |
Ø Dietas hipoenergéticas.
Tienden a ser dietas entre 1000 y 1500
Kcal/día. Por debajo de 1200 Kcal/día nuestro organismo no está alimentándose
correctamente. Algunas de las posibles consecuencias son los mareos, la pérdida de cabello, el malestar general, etc.
Ø Otras dietas.
Las dietas pintorescas, originales y exóticas que llaman la atención
del consumidor, pero que tienen un déficit importante a la hora de incorporar
nutrientes. Por ejemplo, “la dieta del buen humor” o “la dieta de la cerveza”,
que se toma congelada haciendo que el metabolismo suba su temperatura.
Otras serían la “dieta de la uva”, basada en el poder
depurativo y antioxidante de las uvas, esta dieta propone ingerir sólo uvas e
infusiones durante un plazo de 3 a 5 días, con el objetivo de eliminar toxinas
y generar un descenso de peso.
Se deben ingerir entre 1,5 y 3 kg de uvas a lo largo del día,
repartidas en un promedio de 5 comidas diarias. Promete la
pérdida
de peso debido a que depura al organismo y permite controlar y revertir la
retención
de líquidos,
así como
proteger el hígado
y la función
cardiovascular mediante un gran aporte de potasio que deriva de las uvas
consumidas como base de la dieta.resulta una propuesta milagrosa y poco sana
debido a que si bien esta fruta tiene buenas propiedades nutritivas, no puede
ser la base y único
alimento de una dieta.
Al igual
ocurre con la conocida dieta basada en la piña,
por sus propiedades
diuréticas. En pocos días bajarás de peso,
sin embargo este peso es sólo líquido, lo que significa que no lo notarás cuando te
pruebes tu ropa.
La dieta Heller se propone como una alternativa
ideal para quienes padecen de adicción a los hidratos de carbono y
quieren perder peso sin pasar hambre, ya que establece un menú que reduce
la liberación
de insulina al restringir las fuentes de carbohidratos.
Se deben realizar 3 comidas al día, todas ellas bajas en
hidratos, pero una vez al día, se puede consumir una "comida premio",
en la cual se permite incluir arroz, pastas, cereales o dulces, en cantidades
ilimitadas, pero siempre acompañadas de vegetales y carnes u otros alimentos
proteico. Esta dieta puede poner en riesgo de carencias nutricionales al
organismo dada la escasa variedad y cantidad de alimentos que recomienda
consumir a diario.
- Efectos perjudiciales y consecuencias:
Las dietas milagro permiten
perder peso a costa de la salud tanto física como, en muchos casos, mental. Las
personas que las utilizan no solo se
exponen a ciertos riesgos para su salud, se deseducan
alimentariamente y en la mayoría de los casos recuperan su peso porque la dieta
no les ha enseñado nada, y cuando retornan a su alimentación normal, vuelven a
cometer los mismos errores nutricionales.
Los riesgos de este tipo de
dietas son los siguientes:
- . El efecto Yo-Yo. Cuando se abandona el régimen o la dieta que se ha utilizado lo habitual es engordar más kilos de los que se han conseguido perder.
- . Provocan malos hábitos alimentarios.
- . Provocan alteraciones en el organismo, siendo perjudiciales para la salud, como trastornos metabólicos, alteraciones cardiovasculares, alteraciones dermatológicas, etc.
- . Son dietas rígidas y poco flexibles, despersonalizadas y universales.
- . Provocan alteraciones a nivel neuropsíquico como la ansiedad o el insomnio.
- . Pueden desencadenar trastornos como la anorexia o la bulimia.
- . A largo plazo aumentan el riesgo de tener enfermedades cardiovasculares, diabetes, osteoporosis e incluso incrementar el riesgo de padecer algún tipo de cáncer.
- . No son placenteras y suelen ponernos de mal humor, debido a la falta de energía que sentimos y de saciedad de alimentos que nos gusten.
En
conclusión, si queremos perder peso no debemos optar por
estas dietas con objetivos utópicos y fórmulas “mágicas” que no nos enseñan a
comer ni fomentan una pérdida de peso saludable que mejore la calidad de vida. Por
tanto nuestro consejo sería consultar a un nutricionista o dietista con el
objetivo de que os pueda ayudar a seguir unos buenos hábitos de alimentación y
a aportar los nutrientes que necesitamos para que nuestro organismo funcione correctamente
y a seguir la dieta Mediterránea, incluyendo su base cultural, que incluye unas
8 horas de sueño y ejercicio físico.
Aquí les dejamos un vídeo que aconsejamos ver en el que el Doctor Camilo Silva de la Universidad de Navarra nos explica y resume en qué consisten este tipo de dietas y sus posibles riesgos:
Aquí les dejamos un vídeo que aconsejamos ver en el que el Doctor Camilo Silva de la Universidad de Navarra nos explica y resume en qué consisten este tipo de dietas y sus posibles riesgos:
¡Esperemos que les haya gustado el artículo!
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