Hemos escogido esta noticia porque consideramos que muestra
con claridad, cuáles son algunos de los principales beneficios relacionados con el
consumo de leche fermentada.
La noticia nos habla del Laban, un tipo de leche fresca
pasteurizada que es sometida a un proceso de fermentación. Mediante este
procesamiento se consigue disminuir la lactosa presente en la leche, haciéndola
de este modo más digerible, lo que la haría apta para ciertas personas que
padezcan intolerancias leves. Sin embargo, esta leche es capaz de mantener
todas sus propiedades nutricionales, siendo su valor nutricional muy semejante
al del yogur.
El Laban también ayuda a regular la flora intestinal, mejorando
el tránsito, por lo que es recomendable para aquellas personas que suelan
presentar estreñimiento.
Las bacterias presentes en este tipo de lácteos, como la Lactobacillus o el Streptococcus thermophillus, se unen a la
pared intestinal y segregan compuestos antibacterianos que la protegen, ya que
estimulan respuestas inmunitarias ante determinados patógenos.
Además, se ha comprobado que el consumo habitual de leche
fermentada, ayuda a reducir las posibilidades de sufrir determinados tipos de cánceres,
especialmente de colon, mama y próstata.
En conclusión, podemos afirmar, que el consumo habitual de leche fermentada puede ayudarnos a a prevenir ciertas enfermedades muy comunes entre la población, sin tener ningún efecto adverso en nuestra salud.
En conclusión, podemos afirmar, que el consumo habitual de leche fermentada puede ayudarnos a a prevenir ciertas enfermedades muy comunes entre la población, sin tener ningún efecto adverso en nuestra salud.
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